No siempre es sano darle de comer de todo a nuestros perros,El ser humano y el perro son muy amigos pero ambos tienen un aparato digestivo diferente, sólo basta observar los dientes para comprobar esta realidad. Instintivamente un ser humano no tendría el deseo de comer la panza cruda de un animal con todo su contenido, (hierbas, plantas, insectos, etc). pero para un animal de caza esto es un manjar. Esta es una realidad que muchas personas olvidan o ignoran, que el perro, en sus orígenes, fue un animal de caza. Darles a los perros restos de nuestras comidas o altas cantidades de cereales lleva, tarde o temprano, a manifestar las consecuencias de una errada alimentación y a veces cuando nos damos cuenta es tarde. Por ejemplo: problemas digestivos, flatulencias, trastornos hepáticos, diarrea o estreñimiento, excemas de la piel, pelo enredado y sin brillo, inflamación de los oídos. Otra posible manifestación puede ser cuando los perros comen mucho césped o incluso su propia materia fecal.